Helen Garner (Geelong, Australia, 1942). Se licenció en Arte por la Universidad de Melbourne. Tras dar clase en diferentes colegios, fue despedida en 1972 por hablar abiertamente de sexo con sus alumnos de 11 años. Garner comenzó entonces a trabajar como periodista. Es autora de una amplia producción literaria tanto de ficción como de no ficción.
Es una de las autoras más reconocidas y premiadas de Australia.
Argumento: Esta novela habla de una vista de tres semanas de una amiga que se va someter a un tratamiento para “curar” el cáncer, a otra. Pero nos habla de mucho más, de la amistad, la ira, la renuncia, el egoísmo,…
Antes de la reunión: Helen centra casi toda su obra en Melbourne, con continuas referencias a la cultura local, por ello nos centramos en un “viaje” por los diferentes escenarios por donde transcurre la novela.
Reunión: Arrancamos intentando debatir sobre quién era la protagonista, si Helen (la narradora) o Nicola, la invitada, finalmente decidimos que, a pesar de conocer muchos más datos sobre Nicola, la novela se centra en cómo Helen percibe lo que le está rodeando y cómo la enfermedad de Nicola transforma la vida de los que tiene a su lado.
Ya el arranque de la novela nos adelanta el futuro, la imagen de Nicola en el aeropuerto es devastadora y es un baño de realidad tanto para Helen como para los lectores, no así para la propia Nicola.
Nicola necesita que alguien le diga la verdad, mucho más incómoda que dar falsas esperanzas. En esta historia de amistad vemos el concepto anglosajón de la misma y como la falta de sinceridad entre ellas llega a un punto en el que todo estalla y Helen “rompe el cristal”. Son mujeres independientes que creen que no deben inmiscuirse en las decisiones de la otra, aunque esto les esté afectando sobremanera.
La actitud de Nicola de negación de la muerte nos resulta por un lado egoísta, pero tratamos de ponernos en su piel y comprenderla, sabemos que tiene que estar aterrada ante lo que le viene y su forma de reclamar atención de quienes le rodea resulta insoportable.
También discutimos sobre su miedo a la morfina, a depender de ella y su negación a los cuidados paliativos, en parte para no perder el control de su vida y de sus actos. Se trata de una mujer fuerte e independiente que ha hecho toda su vida lo que ha querido y ahora se enfrenta a una enfermedad que no puede dominar y que le está ganando la partida.
No gustaron los momentos de distensión, tan necesarios tanto en la vida de Helen como en nuestra lectura.
Debatimos sobre la actitud de nuestra sociedad actual sobre la muerte, el tabú que existe y su negación.
Nos gustó el final rápido, tajante.
Y por supuesto hablamos de la terapias “alternativas” y de cómo desalmados se aprovechan de las esperanzas de los desahuciados.
Cada persona es un mundo cuando se enfrenta a la muerte, lo que es universal es el sentimiento del cuidador, y en eso nos vimos todos reflejados en esta novela.